Una guía sobre la disforia de género
En My Transgender Date, no solo hablamos sobre el mundo de las citas transgénero. Si te encontraste con este sitio porque quieres comenzar una relación con una persona trans, primero necesitas saber la razón por la que son como son.
Nota: Este vídeo se presenta en inglés. Para ayudar a nuestros lectores hispanohablantes, puede activar los subtítulos traducidos automáticamente haciendo clic en el icono de configuración [⚙️] en el reproductor de vídeo, seleccionando «Subtítulos/CC», luego «Inglés (generado automáticamente)», después «Subtítulos», y finalmente eligiendo «Traducir automáticamente» y su idioma preferido.
Si eres una persona que busca respuestas, aprenderás mucho sobre la disforia de género. Sigue leyendo, en particular si sientes que la disforia está empezando a afectar diferentes aspectos de tu vida.
¿Qué es la disforia de género?
Antes, en la cuarta versión del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales o MDE), se la conocía como “trastorno de identidad de género”. La disforia de género se define como
un deseo fuerte y profundo de identificarse con el género opuesto al asignado al nacer y una disconformidad con el género asignado al nacer con base en los genitales. Para que estos sentimientos sean diagnosticados como disforia de género, deben dar lugar a un deterioro o angustia evidentes.
La mayoría de las personas que experimentan disforia de género quieren vivir una vida acorde a su identidad de género. Para apaciguar ese sentimiento, a menudo se visten y actúan con gestos que se asocian más al género con el que se identifican.
Los sentimientos de disforia de género se pueden manifestar de diversas maneras. Una persona que nació con genitales masculinos, por ejemplo, se podría identificar como una mujer en privado, mientras que otras personas eligen la terapia de reemplazo hormonal (TRH) o cirugía de reasignación de género para poder deshacerse de la disforia.
¿La disforia de género es un trastorno mental?
Sí es un trastorno mental, pero NO es una enfermedad mental.
Tampoco es sinónimo de inconformidad de género, que refiere a no cumplir con las normas que dicta la sociedad con respecto a cómo deben actuar las personas de cada género.
Debido a que la gente suele asociar el término “trastorno” con algo negativo, el trastorno de identidad de género (TIG) se rebautizó disforia de género para describir a una persona cuyo sexo biológico e identidad de género no se condicen.
Niveles de disforia de género
La definición de disforia de género no es tajante. Tiene diferentes niveles y estos niveles afectan la expresión de género de las personas.
Algunas personas trans no tienen ningún problema con mantener sus genitales y llevar su vida con el género con el que se identifican. Es decir, no se someten a una transición completa. Mientras que otras recorren todo el camino y encuentran tranquilidad en saber que todo en ellas coincide con el género con el que se identifican.
Sin embargo, es importante no confundirse y creer que las personas del primer grupo no tienen problemas con que se las trate como si fueran del género que indican sus genitales. Esas personas se reconocen con el género con el que se identifican aunque conserven los genitales asociados al género opuesto.
¿Tengo disforia de género?
Para saber si eres una persona transgénero y no solo alguien que de vez en cuando quiere exhibir rasgos de otro género, tienes que saber cuáles son los síntomas y las causas de la disforia de género.
Sin embargo, no olvides que pueden o no aplicar a tu caso. Antes de transicionar, primero tienes que tener mucha seguridad en ti y tienes que buscar a un experto porque el proceso tendrá muchas repercusiones.
Los síntomas y las señales de la disforia de género
La disforia de género se manifiesta de manera diferente según la edad. A partir del DSM-5, los profesionales de la salud que abordan la posibilidad de diagnosticar disforia de género en niños, adolescentes y adultos deben centrarse en la presencia de los siguientes síntomas.
Niños y niñas
- una desconexión entre el género experimentado por el niño y el que se le asignó al nacer, expresada a lo largo de 6 meses o más.
- una urgencia evidente de ser de otro género u otra identidad de género, como el género no binario, o una insistencia en que, de hecho, son de otro género.
- en personas con género masculino asignado al nacer, una fuerte preferencia por utilizar prendas típicamente “femeninas”, y resistencia a utilizar ropa “masculina”.
- en personas con género femenino asignado al nacer, una fuerte preferencia por utilizar prendas típicamente “masculinas”, y resistencia a utilizar ropa “femenina”.
- una marcada preferencia por los roles del sexo opuesto en los juegos.
- una marcada preferencia por juguetes, juegos y actividades típicas del otro sexo.
- una fuerte aversión por su anatomía.
Si se presentan estos siete síntomas, se puede diagnosticar la disforia de género, siempre y cuando además involucren incapacidades o angustias clínicamente significativas en las principales áreas de funcionamiento de la vida, tales como:
- las relaciones sociales
- la escuela
- el hogar
Adultos y adolescentes
- una desconexión entre el género expresado o experimentado de la persona y las características fisiológicas primarias (genitales) o secundarias (senos, vello corporal) que dura al menos 6 meses.
- un fuerte deseo de no poseer sus rasgos sexuales primarios o secundarios.
- un fuerte deseo de poseer las características sexuales primarias o secundarias que corresponden al género con el que se identifican.
- un fuerte deseo de pertenecer al sexo opuesto (o a algún otro género).
- una fuerte convicción de que tienen sentimientos y reacciones típicas de otro género.
![una adolescente](/blog/ «una adolescente»)
Si se presentan al menos dos de los síntomas enumerados, se puede diagnosticar disforia de género. Tiene que incluir un impedimento o angustia clínicamente significativa en las principales áreas de la vida, como:
- las relaciones sociales
- la escuela
- el hogar
Los comportamientos del género opuesto pueden comenzar tan pronto como a los dos años de edad. Es también el inicio de la etapa del desarrollo en el que niños y niñas empiezan a expresar comportamientos e intereses basados en su género.
La disforia de género aparece en una etapa temprana de la vida (generalmente, en la infancia). Puede continuar en la adolescencia y la adultez. La disforia tardía puede presentarse alrededor de la pubertad o mucho más adelante.
Causas de la disforia de género
Todavía no se conocen estudios probados sobre las causas de la disforia de género. Sin embargo, estos son los tres factores principales que se cree que tienen que ver:
- los genes
- los factores ambientales
- las influencias hormonales en el útero
Los intereses y actividades de otros géneros pueden manifestarse en niños y niñas de entre 2 y 4 años. Y muchos padres informan luego que sus hijos siempre han mostrado interés por otro género. Solo un pequeño número de los niños con disforia de género siguen presentando esos síntomas, que pueden continuar hasta la adolescencia o mucho más.
Normalmente, en el momento en el que ingresan a la escuela, se recomienda que estos niños reciban ayuda profesional, sobre todo si las relaciones con sus amigos resultan desafiantes o los padres encuentran que los problemas de identidad de género de su hijo no son solo una fase.
El inicio de la disforia de género en adultos suele ocurrir entre la adultez temprana hasta la mediana edad. Los dos desarrollos más comunes de la disforia de género son:
- El primero, que normalmente se ve en la adolescencia tardía o en la adultez, es la continuación de una disforia de género que se inició en la infancia o en la adolescencia temprana.
- El segundo involucra signos más evidentes de identificación con otro género, que aparecen más tarde y a un ritmo más gradual, con una presentación clínica entre la adultez temprana y la mediana edad.
Tratamiento para la disforia de género
Para los niños que tienen disforia de género, lo más recomendado es la terapia individual y familiar. Para los adultos, se recomienda terapia individual o de pareja.
- La terapia de reemplazo hormonal (TRH) o terapia hormonal
- Cirugía de reasignación de sexo (GRS, por sus siglas en inglés)
Esos dos tratamientos también son parte del enfoque común en el tratamiento de la disforia de género. Sin embargo, no todas las personas que experimentan disforia de género los eligen.
Además, después de estos tratamientos, los sentimientos inhabilitantes pueden continuar. Ahí es cuando se debe hablar sobre la posibilidad de la psicoterapia.
Muchas personas superan estos síntomas por su cuenta, sin la necesidad de ayuda. Esto suele ser posible en entornos más inclusivos y tolerantes.
Sin embargo, no hay que descartar lo útil que puede ser la psicoterapia, especialmente para lograr descubrir la identidad que facilitará la comodidad con uno mismo y para lidiar con emociones fuertes que pueden surgir de algunos desafíos, como el estigma social y la relación con los pares.
Quienes cuentan con un diagnóstico temprano, un entorno comprensivo y un tratamiento integral a menudo logran superar la disforia. Si en este momento estás lidiando con la disforia, lo mejor es consultar a un especialista.
Puedes encontrar más información en el sitio web de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.